sábado, 12 de febrero de 2011

Hermandad de Jesús del Gran Poder


La primera referencia documental de esta hermandad es la aprobación de sus primera reglas que corresponden al año 1477, sin que existan referencias documentales de su fundación en el año 1431 por los Duques de Medina Sidonia en el monasterio de Santo Domingo de Silos, hoy parroquia de San Benito, en la Calzada de la Cruz del Campo. 1 2 Pasó sucesivamente a otros (Santiago de la Espada, convento del Valle, San Acasio), en 1703 se traslada a San Lorenzo, en 1965 ocupa su propio templo, pero no es hasta 1703 y gracias a la cesión de una capilla propiedad de la familia Perogullano, que se establece definitivamente en la Parroquia de San Lorenzo. En 1965 se construye un nueva sede, la Basílica del Gran Poder, que se ubica en la misma plaza, aledaño a la iglesia de San Lorenzo. En 1995, recibió la Medalla de Oro de la Ciudad de Sevilla.
A lo largo de la historia ha mantenido algunos pleitos bastante señalados concerniente a la precedencia de paso por la carrera oficial, con las hermandades de la Carretería y de la Macarena.

El primer paso representa a Jesús con la cruz al hombro, califica a este Nazareno, aparte de su espectacular talla, realizada por Juan de Mesa en 1620, su inconfundible zancada al mover el paso. La imagen fue restaurado en 1910, en 1962, en 1976, en 1977, en 1983 y en 2008. El Gran Poder, conocido como “El Señor de Sevilla” por la gran devoción que se le profesa, es visitado por los fieles, de forma tradicional, todos los viernes del año.
El segundo paso representa la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso acompañada por San Juan, bajo palio. La imagen de la Virgen es de origen anónimo del siglo XVIII, reformada en 1955, San Juan fue tallado en 1620.

El paso del Señor, es de estilo barroco, dorado, considerado como paradigma de los pasos de cristo en la ciudad. Fue realizado por Francisco Ruiz Gijón entre 1682 y 1692. Está iluminado por faroles de plata dorada realizados en 1908 por Rafael León, inspirados en los que posee la Hermandad del Santo Entierro de Écija, del orfebre cordobés Damián de Castro, datados en el siglo XVIII.[cita requerida] Los faldones con respiraderos bordado en oro y sedas. El Señor, viste túnica morada lisa, lleva potencias en oro de ley y piedras finas, con casquetes dorados en la cruz.
La Virgen lleva corona de plata dorada. El palio es neobarroco, con orfebrería en plata de ley. Tiene moldurón, varales, jarras, candelabros de cola y faroles entrevarales; la peana en plata de ley; la candelería de alpaca plateada. El palio es en terciopelo burdeos, bordado en oro. Saya y faldones están bordados en oro.

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